Historia Cementerio Municipal de Marcos Paz
El 9 de mayo de 1880 se inaugura el cementerio de Marcos Paz, cuya construcción fue llevada a cabo por el Ingeniero Carlos Chapeaurouge y el constructor Juan Giani en tierras donadas por Juan Manuel Feijo, las cuales se encontraban entre las calles Libertad, Piedras, Tacuari y Saavedra; posteriormente fueron bendecidas por el arzobispo Federico Aneyros. Según los parámetros estipulados por la ley de secularización de cementerios promulgada en Argentina, la cual establecía planificaciones de estilo europeo, garantizando un ambiente ventilado, localizado en zonas alejadas de la población, aunque de fácil acceso, y su ubicación en sectores elevados. Anterior a ella los entierros de las personas se realizaban en el interior de las iglesias, fuera de las mismas o en los campos particulares.
Según los libros de inhumaciones el primer ingreso se realiza en enero de 1886, cuya acta de defunción fue firmada por el Dr. Domingo Fallótico; otros médicos que firmaron en esa época fueron el Dr. Vitale y Dr. Gomez en los años 1890. Entre 1886 y 1930 comienza a observarse en los libros un aumento de fallecidos ingresados paulatinamente en el Cementerio local. Por motivo del crecimiento poblacional, se detecta además con el paso del tiempo el descenso de la mortalidad infantil y el aumento de la esperanza de vida.
Respecto a su disposición de restos podemos encontrar diferentes estructuras funerarias: sepulturas en tierra, nichos perimetrales, osarios y bóvedas, ornamentados con variados diseños arquitectónicos y decorativos. En el interior de algunas bóvedas se observan vitrales variados, con estampas de Vírgenes, Sagrados Corazones y Papas, que no solo embellecen las mismas sino que permiten el ingreso de luz. Dentro de los constructores que se destacaron encontramos a don Juan Luini, Domingo Fanucchi y José Vallone, Dezzi y otros.
A su vez es posible observar dos panteones,el primero corresponde a la Asociación Española de Socorros Mutuos construido en 1927 por Don Juan Luini y el ingeniero Alejandro Colombo. El Segundo panteón corresponde a la Sociedad Italiana, construido en 1974 y posteriormente ampliado. Y monumentos variados: A la madre (Realizado por la liga de Madres de Familia), del Centro de Jubilados y Pensionados de Marcos Paz, Monumento a los Docentes (primeros maestros de nuestro pueblo Juan Francisco Jauregui 1870-1960, Ramón Melgar 1872-1925), Personal retirado de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, la Cruz de Central de 1992 (En homenaje al V Centenario de la evangelización en América Latina), el Club de Leones a sus socios, Monumento al buen amigo 24/07/1962 y a los reservistas muertos por la Patria.
¿Quiénes descansan en nuestro Cementerio?
Productores ganaderos, agricultores, jornaleros, propietarios, jardineros, carpinteros, comerciantes, albañiles, maestros, deportistas, abogados, ingenieros, médicos entre otras profesiones, inmigrantes italianos, españoles, franceses, irlandeses, ingleses, sirio libaneses, quienes permitieron a Marcos Paz ser lo que es hoy.
Se hallan, entre otros, los restos de quien en vida fuera Intendente y médico Hector J. M D´Agnillo fallecido en 1960. El mismo fue el propulsor de la Sala de Primero Auxilios en 1935 inaugurándose su edificio el 9 de julio de ese mismo año y que diera origen al Hospital Municipal. En 1962 el hospital fue bautizado con el nombre de su fundador y director Doctor Héctor J.M D´Agnillo. Mario J. Grand, escritor que en sus poesías no sólo contó sobre personajes sino que bautizó a este pueblo “Pueblo Del Árbol”, Doña Enriqueta Moline de Berardoni docente e historiadora quien escribiera la historia de Marcos Paz, Ricardo Giancola, musicólogo, folclorólogo, coleccionista de arte, fundador y director de la Sala Museo de Arte Hispano Luso Americano y Folklore, también, Braian Toledo quien fue un atleta medallista, olímpico, argentino, especialista en lanzamiento de jabalina.
Los ritos funerarios representan la forma en la que las personas conciben la trascendencia de la vida a la muerte reafirmando o negando la identidad colectiva, por este motivo la relevancia de los mismos y de los campos santos es de importancia para el estudio del hombre, ya que reflejan la cultura de los mismos a través de la simbología presentes en ellos, sus creencias, roles, gustos, pertenencias sociales etc. (Giedelmann y Alvarado, 2013)